Jason Rothenberg se ha cargado ‘The 100’ de un tiro al corazón de los fans, que tan fielmente han seguido la serie, echando a perder el trabajo de 7 largos años en unos pocos segundos. Aviso, contiene spoilers.
Jason Rothenberg se carga ‘The 100’
Literalmente. El creador y productor de ‘The 100’, Jason Rothenberg se ha cargado la serie. No solo la última temporada, si no 7 largos años de trabajo en los que le han bastado unos segundos para echar todo a la basura arruinando una serie que podría haber sido las mejores de la década.
La temporada no empezó bien, el protagonista masculino desapareció sin dejar rastro y la cuota de pantalla de la protagonista femenina se redujo considerablemente, lo que nos dejó un montón de personajes secundarios y algunos nuevos con unas tramas aburridas y que encima no tenían sentido alguno.
Ya desde el inicio la pregunta era ¿Estoy viendo ‘The 100’ o esto es una serie nueva? Porque si cogemos la primera temporada y la comparamos con esta última lo único que se reconoce son a algunos actores porque el resto no tiene nada que ver. Los fans ya empezaron a inquietarse ¿Dónde estaba el show que durante tanto tiempo habían amado y querido?
Desaparecido en combate.
La cabeza y el corazón
Bellamy Blake y Clarke Griffin no empezaron su relación en los mejores terminos pero en el segundo episodio él ya le había salvado a ella la vida una vez, a pesar de esa enemistad.
Pasaron pocos capítulos y ambos se convirtieron en los lideres indiscutibles de los 100 delincuentes mandados a la Tierra como conejillos de indias. Lo que empezó con 100 adolescentes iría evolucionando en un pueblo entero que ellos cargaron a sus espaldas sólitos, tomando todas las decisiones en conjunto, porque si ha habido una premisa repetida hasta la saciedad ha sido el «Together» (Juntos).
Bellamy y Clarke se han apoyado, consolado, luchado y querido durante todas estas temporadas donde su relación iba evolucionando por momentos. Un desarrollo maravilloso pocas veces antes visto. Bellamy y Clarke se han salvado el uno al otro más veces de las que puedo contar, lo mismo que Bellamy siempre ha antepuesto la vida de Clarke a la suya y viceversa. Es aquí donde llegamos a la segunda gran premisa: El corazón (Bellamy) y la cabeza (Clarke). El equilibrio perfecto, uno no puede vivir sin el otro. En la temporada 6 Bellamy se desvivió por no perder a la persona que más le importa en el mundo. Lo podéis ver en el vídeo.
Lo que ocurrió en el episodio 7×13 todavía es inexplicable para mí y todo el fandom de ‘The 100’ que ha mantenido a flote la serie gracias al Bellarke que Jason Rothenberg se ha empeñado en destruir.
Y es que señoras y señores, Clarke Griffin mata a Bellamy Blake a sangre fría de un disparo directo al corazón. El corazón salvó a la cabeza y este fue el pago. Todo por un libro que ella ni siquiera logra alcanzar.
¿Realmente era necesario tirar a matar? ¿O habría bastado con una pierna si tanto quiere ese cuaderno? La narrativa no tiene absolutamente ningún sentido y Clarke ha sido victima de un guión horrible que ha hecho que su personaje pareciera otro. Ni en mil vidas la Clarke que conocemos hubiera matado a su amigo del alma.
Bellamy cae muerto al suelo, como si fuera basura… mientras ella se va, dejándolo allí, hasta Finn tuvo unas palabras de despedida. Pero parece que el protagonista, según el criterio de Jason Rothenberg y Kim Shumway no merecía ni siquiera eso. Muere creyéndose odiado por toda la gente que él ama y de la mano de la persona en la que más confía.
Y es asi como se arruinan 7 temporadas de esfuezo y dedicación, es asi como se arruina a tus dos protagonistas, es así como se arruina una relación cocida a fuego lento y es así como cabreas a un fandom entero que probablemente no tenga interés ni en los siguientes episodios ni en tú futuro spinn-off Jason Rothenberg.
La muerte de Bellamy a manos de Clarke ha roto el corazón de sus seguidores. En todas las series mueren personajes pero esta ha sido de lejos la más absurda y cruel que he visto en mis 30 años.
Solo nos queda esperar un parche, porque si me preguntais a mí os diré que creo que Clarke está condenada y no sobrevivirá. Tampoco creo que pueda cargar con la sangre en sus manos de su más querido amigo, su familia.
¿Quizás un reencuentro en el «más allá» para darle un cierre que no sea tan horrible cómo este?
Lo cierto es que al final, lo hecho, hecho está. Aunque eso si, yo siempre recordaré la relación de estos dos personajes como la más bonita que he visto en la pequeña pantalla y me limitaré a ignorar el despropósito de Jason Rothenberg y todo el equipo de guionistas.
In peace may you leave the shore, in love may you find the next, safe passage on your travels until our final journey to the ground.
May we meet again, Bellamy Blake.